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El Camp Nou es un santuario en el que triunfar es privilegio de pocos, y en la élite del fútbol hace falta más que talento para consolidarse. Ousmane Dembélé ha buscado hacerlo desde su llegada al Camp Nou, con una personalidad que aún se nota un poco distante de la calidad que atesora en sus piernas. De vez en cuando, el cableado del francés hace chispa, y contra el Villarreal estuvo bastante por encima de los que nos tiene acostumbrados.
En medio de una enfermería llena por varios jugadores importantes del primer equipo, ha sido el francés quien ha tirado del carro una vez más. Pero más allá de los habituales fogonazos del francés, el extremo se mostró más constante en su actuación a lo largo de todo el partido, después de dejar retratada a la defensa del Villarreal en varias ocasiones y además sacó la asistencia para el primer gol. Y a falta de unos minutos colocó un balón en el área que Malcom casi consigue clavarlo en la portería rival.
La jornada 14 ha dejado quizá el mejor encuentro de Dembélé desde que viste de azulgrana, pero no es su primer gran encuentro frente al Villarreal. En primer curso en la Liga tras abandonar e Borussia Dortmund, el delantero ya disfruto de 90 minutos contra los castellonenses y pese a que su rendimiento fue más irregular, se marchó a casa después de apuntarse un doblete.
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